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Bienestar

Brindis para festejar la vida de las mujeres

Brindis para festejar la vida de las mujeres

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Un brindis, no importa el idioma o las expresiones que se empleen – ¡Salute! ¡Santé! ¡Cheers! o ¡Salud!, entre otras- es un rito que, en estos tiempos, forma parte de casi cualquier celebración de Navidad. Ya sea con una copa de vino en mano, de espumoso, un cóctel de moda o con un vaso de jugo (los que no consumen alcohol), siempre tenemos una buena razón para brindar.

Lo llevamos a cabo de manera más o menos espontánea y, por lo general, va acompañado de una reflexión o frase, aunque el significado del gesto casi siempre es el mismo: expresar nuestros buenos deseos hacia alguien o hacia algún suceso, festejar o conmemorar algo.

Es lo que se ha realizado desde la antigua Grecia y Roma, hasta en la actualidad. En Puerto Rico, por ejemplo, era muy frecuente en la fiesta de despedida de año escuchar la declamación de un clásico de la lírica popular, “El brindis del bohemio”, del poeta mexicano Guillermo Aguirre y Fierro. Un poema que recuerda muy bien la nutricionista y dietista Vilma Calderón Jiménez, quien expresa que todos los años, el 31 de diciembre mientras sonaban las 12 campanadas, su padre ponía la radio para que todos en la familia lo escucharan.

“Era ya parte de la tradición navideña familiar. Así que yo crecí escuchando este poema. Sin embargo, a pesar de que la parte dedicada a la madre es muy bonita, no sentía ninguna conexión con en el resto del poema en el que los seis hombres brindan. Por eso, hace unos años, me dije que quería redactar un poema donde se brindara en Navidad, pero desde la perspectiva femenina”, explica Calderón, quien confiesa que desde niña ha cultivado la poesía, aunque dice que solo la compartía con sus hermanas y familiares cercanos.

Pero ahora, decidió compartir su nuevo poema, “Brindis entre mujeres”, basado en las vivencias de un grupo de amigas que deciden reunirse y brindar para “contextualizar la vida de las mujeres de hoy y ofrecer un panorama más actual de la sociedad”.

“Es una forma de rescatar de la invisibilidad a las mujeres a la hora de hacer un brindis a las 12 de la medianoche en una despedida de año. Son nueve mujeres, un número simbólico porque son nueve meses de gestación los de una madre”, explica Calderón, quien también es la moderadora del espacio radial “Salud y nutrición con Vilma Calderón”, que se transmite por WKAQ 580 AM los sábados a las 6:00 p.m. (con retransmisión los martes a las 9:00 p.m.) y donde, como preámbulo a las celebraciones de fin de año, declamará los versos como un tributo a las mujeres del país.

Un poema que, según su autora, muestra la realidad económica de muchas mujeres, las percepciones de vida de ellas, a veces encontradas, junto a una crítica social sobre la violencia hacia la mujer y ciertos valores sociales.

“Ahora las personas podrán festejar la despedida de año con un brindis que presenta otra perspectiva más contextualizaday con una lectura societal de gran vigor en la actualidad”, razona la comunicadora, quien expone que en la poesía se muestran mujeres de diferentes edades, con sueños y desilusiones, “pero que, al fin y al cabo, a todas las une el amor a la progenitora”.

“Cada una es representativa de un tipo de mujer, pero al final del poema se percatan de que todas tienen algo de cada una y que verdaderamente no son tan diferentes”, plantea la novel poetisa, mientras destaca que se acaba tributando a las madres en general, “incluyendo a las que se han equivocado en la crianza y las que han acertado”.

“Se incorporan a las abuelas y se señala la realidad de muchas criando a sus nietos. Es, finalmente, también un tributo a mi madre que hace dos años falleció y con quien tuve una relación de amor muy profunda y, indudablemente, siento que ella me guió desde el mundo espiritual en algunos de los versos”, asegura Calderón. El poema será recitado por su autora este sábado, a las 6:00 p.m. durante la difusión del programa “Salud y nutrición con Vilma Calderón” por WKAQ 580 AM y en su página en las redes sociales.

Poema “Brindis entre mujeres”

Reunidos en el comedor de una casa / compartía un grupo de amigas. / Aprovechemos que es Navidad / y sirvamos algunos tragos, para poder brindar – dijo una.

Sí, hagamos un brindis porque el viejo año se lleve las deudas / y que nos traiga un cofre, con valiosas monedas- dijo otra. / Que me traiga un buen hombre que quiero dejar la soltería- dijo la más joven. / Pues mejor que se lleve al mío, así mi vida mejoraría – exclamó otra con carcajada.

¿Por qué mejor no brindamos por nosotras, las mujeres? – preguntó una del grupo. / Eso es, vamos a brindar porque queremos más alegrías sin tantos deberes, / vivir con más justicia y menos violencia- respondió otra. / Y con un gobierno que atienda nuestros asuntos con más eficiencia – con contundencia, se escuchó en la mesa.

Bueno, pues vamos a honrarnos amigas- sugirió la anfitriona. / Hagamos un brindis porque estamos vivas por todo lo que hemos tenido que superar / y por todo lo bonito que el nuevo año traerá.

Pues yo comienzo – reclamó una. / ¡Yo quiero brindar por mi tonalidad, por ser negra! / Porque además de sufrir como mujeres injusticias y sufrimiento / también tenemos que vivir la marginación del tono. / Y les confieso que quiero liberar a mis cabellos de los alisados / y que ya no me pese, la amplitud de mi nariz o mis labios.

Todas la escucharon y con dolor en sus rostros se miraron. / Hay heridas ocultas con las que todas caminamos / En ocasiones se esconden, pero siempre nos acompañan, / ¡así que vamos a la catarsis con mucha champaña! / Cada una tomó un sorbo de su copa / y se tomaron de la mano las unas con las otras.

Se regalaron sonrisas de complicidad / y con alegría se dispusieron a brindar. / Pues yo brindo por las hermanas y las amigas- dijo la próxima. Creo que cada una tiene alguna que ha sido cómplice de una secreta aventura. / Que ha reído con nosotras sin parar / pero a nuestro lado, también ha sabido llorar.

Yo brindo por las mujeres lesbianas / ¡que por su orientación sexual han sido rechazadas! – indicó otra. / Sí, por esas que en secreto y casi sin quererlo / gustan de otras mujeres sus curvas y pechos. / Quiero que se derrumben los estereotipos injustos / porque el valor de las personas, no lo definen sus gustos.

¡Pues yo quiero brindarpor mi cónyuge, mi Hombre! – expresó la más astuta. / A la que le atraen las mujeres, yo no lo entiendo. / Yo soy feliz con lo que entre sus piernas hallo / que hace que las mías se relajen y tiemblen / y en un volcán de erupciones nos pasamos la noche.

La mayor del grupo mostró asombro / llevó sus manos al rostro y luego dijo: / ¡Yo quiero brindar por las abuelas! / Por las que son hábiles y furiosas / y por las que son dulces y cariñosas. / También por aquellas que cuidaron a sus hijos, / y hoy crían a sus nietos, por cosas del destino.

¡Disculpadme, pero yo quiero también brindar por las amantes! – se escuchó a otra decir. / Yo soy una de esas, contenta con las caricias de mi hombre / sin tener que cocinar, ni lavarle los calzones. / Y les recuerdo, que no somos como piensan algunas, lodo o basura. / y que, como todas, también tenemos, quebrantos y amarguras. / ¡Pues yo quiero brindar por mí, la mujer y gran esposa! – dijo la más seria del grupo. / La que ha soportado las infidelidades de mi marido / y la que finge estar con el perfecto individuo. / La que no sabe qué hacer con su vida, / pero hoy renuncia a ser la actriz de esa película.

Todas con asombro miraron a su amiga / la de un matrimonio largo de toda una vida. / Y con los rostros un tanto desencajados / bebieron champaña y siguieron brindando.

¡Pues yo quiero brindar por las mujeres que dieron su vida por la Patria! – reclamó otra. / Sí, por aquellas que fueron verticales y valientes / que confeccionaron nuestra bandera y empuñaron las armas. / Las que con sangre trabajaron y lucharon / y el amor a la Libertad en nuestra piel nos tatuaron.

Todas alzaron su copa y volvieron a brindar / y una gritó: Nunca se negocia la libertad, / ni en el plano personal ni en el país que vives. / El ser humano es como las aves, tiene que ser libre!

Luego de un momento breve de conversación / la anfitriona de la casa de la silla se levantó. / Y con una lánguida mirada se dirigió al grupo, / esas que solo surgen del dolor profundo.

¡Yo quiero brindar, por todas las madres! / Por las que estuvieron presentes / y las que dolorosamente estuvieron ausentes. / Las que acertaron en su crianza / y las que se equivocaron en sus andanzas. / Por las que gritaron o maltrataron / y también por las que abrazaron y besaron. / Todas hacen lo mejor que pueden / y nadie sabe las heridas que arrastran y cuánto duelen.

Y si me disculpan, ahora quiero brindar por la mía que ya no la tengo. / Llevo sin ella hace algún tiempo y en circunstancias como estas / No puedo evitar, recordarla a ella.

A veces me pregunto a dónde se habrá ido. / En qué lugar estará o en qué sitio. / Si del cielo me mirará por alguna ventana. / Si me echará la bendición como cada mañana.

Cuanto la extraño en mi diaria vida, / sus conversaciones y deliciosa comida. / Sus regaños, abrazos y besos. / Su gran sabiduría y eternos consejos.

En las noches frías sus recuerdos me abrigan / y a veces su voz, escucho todavía. / Con claridad la veo en algunos de mis sueños / y en esos momentos viva la siento.

Cuando muere la madre conoces un intenso dolor / que parte por dentro tu mismo corazón. / Te desplomas en llanto sin ningún consuelo / y te acompaña por años un profundo duelo.

Y si tal vez no haya muerto de veras. / Y si solo está en silencio durmiendo una siesta. / Y si todo pudiera haber sido una equivocación. / Y despertara de pronto, al oír mi voz.

Como quisiera una nueva oportunidad / De volverla abrazar, volverla a besar. / Darle las gracias por tantos cuidados / y decirle que, por siempre, la seguiré amando.

Por un momento todo fue silencio / Cada una recordando la suya con amor y respeto. / Sabiendo que las heridas de una madre muerta / aún con el tiempo seguirán siempre abiertas.

Todas se abrazaron y levantaron su copa. / Reconociéndose cada una, en las lágrimas de las otras. / Sabiendo que las madres nos acompañarán siempre / En cada Navidad y en cada pesebre / porque somos la vida de sus entrañas, / amor infinito en la fusión de almas.

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Edad Orgánica y Fertilidad: Descubre cuándo es el instante idóneo para ser madre

Edad Orgánica y Fertilidad: Descubre cuándo es el instante idóneo para ser madre

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La ocasión o la edad perfecta para ser madre será singular para cada paciente, fundamentado en que hay una colección de factores que están conectados y que tienen mucho que ver con qué tan dispuesta una se pueda sentir para serlo.

Desde características emocionales, físicas y económicas hasta médicas y sociales, cada uno de ellos, siendo singular, influye en el instante oportuno para convertirse en madre. Así lo resaltó la especialista en ginecología obstetricia Jamith Torres Ramos, quien compartió algunos ejemplos de lo que esto puede representar.

Un escenario plausible que indica que no es el instante propicio es sentirte emocionalmente lista para tener un bebé, pero carecer de la preparación médica necesaria, como en casos de diabetes o hipertensión descontroladas, o cuando se padece de sobrepeso. Otra situación podría ser enfrentar desafíos sociales, como llevar a cabo una carrera profesional extensa, incluso fuera de tu país, lo cual demandará apoyo adicional.

Ahora bien, ¿cuál es la edad biológica más apropiada para ser madres? Aunque hay mucha literatura escrita, la experta en ginecología informa, basándose en las guías del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos (ACOG, por sus siglas en inglés) por las que se rigen, es al término de la década de los 20 y al comienzo de la década de los 30 como la mejor edad biológica para ser madres. O sea, entre los 27 a los 34 años.

“El ACOG establece lo que se conoce en inglés como Advanced Maternal Age, que es la edad materna avanzada, que la reconoce a partir de los 35 años, que son las que suelen llamar ‘pacientes de alto riesgo’. Por ende, el cuidado entonces prenatal te va a cambiar a partir de esa edad. Así que la edad perfecta, biológicamente hablando, es entre los 27 a 34 y si buscáramos una edad promedio, sería los 30″, resaltó.

En fin, los índices de fertilidad van cambiando de acuerdo con la edad. Según la doctora Torres Ramos, la disminución mayor en la cantidad de óvulos ocurre al alcanzar los 35 años. Esta enfatiza que no solamente disminuye la cantidad de óvulos, sino que reduce considerablemente la calidad de ese óvulo en ser fecundado por el espermatozoide, para que pueda crearse y desarrollarse un bebé.

“Cuando nosotras nacemos, a diferencia de los hombres, nacemos con una cantidad de óvulos que vamos a eliminar en nuestra vida, que más o menos fluctúa entre los 20 millones. A los 37 años, en vez de tener 20 millones, tenemos 25,000 óvulos que vamos a ir eliminando mensualmente; eso es en cantidad, porque la calidad también se va a afectar. A los 51 años, es 1,000 óvulos que tenemos. Así que, vemos cómo exponencialmente la cantidad de huevos o de óvulos que nosotras tenemos va disminuyendo gradualmente mientras vamos adelantando en edad”,explicó.

Como subrayó la experta, los peligros de resultar encinta decrecen con el paso del tiempo, al cotejar las edades de 25, 35 y 40 años.

“A los 25 años, las mujeres tenemos un riesgo de quedar preñadas de 18 a 20 por ciento. Mientras que, a los 35 años ese riesgo de poder quedar encinta por mes es de 10 a 12 por ciento, y a los 40 años, el riesgo de quedar encinta disminuye a 7 por ciento”, destacó la ginecóloga, quien dirige el Women’s Health Institute, en la Torre Médica La Concepción, en San Germán.

Al haber cada vez más mujeres posponiendo su paternidad para cumplir con innumerables metas, previas a ese evento, no es de sorprender que se enfrenten a un diagnóstico de infertilidad y necesiten recurrir a alguna técnica de reproducción asistida.

“En una paciente antes de los 35 años, nosotros damos el diagnóstico de infertilidad cuando tú llevas 12 meses buscando bebés, teniendo relaciones en el momento en que tú sabes que estás ovulando, y que en un año no quede encinta. Cuando esta paciente ya tiene 35 años, ese lapso de tiempo lo reducimos a seis meses, y si esa paciente tiene 40 años, inmediatamente se procede con esa paciente, no vamos a esperar. Actualmente, el 19% de todos los embarazos son de pacientes de más de 35 años, y el 11% es en pacientes que tienen más de 35 buscando el primer bebé”, argumentó.

Si la mujer necesita recurrir a alguna técnica de reproducción asistida, debe ser referida a un ginecólogo endocrinólogo, quien ofrecería un cuidado más especializado. Al momento, algunas de las opciones disponibles son la inseminación intrauterina, fecundación in vitro, y la de intervención de terceros, que incluye: donación de esperma, donación de óvulos, subrogación tradicional o gestacional y donación de embriones.

Torres Ramos insistió en que cuando tienes más de 40 años, hay riesgos de presentar problemas genéticos, tales como: malformaciones congénitas debido a unas aberraciones o anomalías de cromosoma. Por tanto, según señala, el riesgo de tener un hijo con síndrome de Down es mucho mayor cuando se tiene más de cuatro décadas.

“Esto no significa que tú vayas a tener un bebé a los 40 y ese sea el caso, sino que son riesgos. Si comparo a una paciente de 28 años que no se cuida y una paciente de 40 años que tampoco se cuida, la paciente de 40 años tiene mayor riesgo de desarrollar o de tener un bebé con una anomalía cromosómica como el síndrome Down, que una paciente de 28 años bajo los mismos estándares. Supongamos que las dos pacientes se cuidan, una tiene 28 años y la otra tiene 40, toman ácido fólico, están en buen peso y todo superbién, la paciente de 40 años tiene mayor riesgo, por la edad que tiene, de tener un bebé con síndrome Down por el hecho de la edad”, explicó.

Asimismo, señaló que quedar encinta cuando se tiene más de 40 años, hay mayor cantidad de pacientes que tienen diabetes tipo 2, hipertensión y obesidad, lo que se traduce a mayores complicaciones durante el proceso del parto.

“Aquellas que son hipertensas, tienen mayor riesgo de desarrollar preeclampsia y eclampsia. Cuando les da eclampsia puede hasta convulsar las pacientes. Con la hipertensión gestacional tiene mayor riesgode desarrollar una diabetes durante el embarazo, de que se les realicen cesáreas, presentan mayores riesgos de experimentar partos prematuros y hemorragias postparto, entre otros. No es porque tengan mayor edad, es por las condiciones que resultan de tener más edad. Es crucial que al orientar a los pacientes, siempre y cuando el ‘timing’ debido a la edad de la paciente lo permita, intentemos de controlarlos”, enfatizó.

“Con la intención de retrasar cada vez más el momento ideal para quedar embarazada, lo vamos postergando y, lamentablemente, para nosotras la edad ‘nos pisa los talones’, es una desventaja que tenemos”, expresó mientras se identificó con el tema, al tener que en un momento detener algunos de sus planes profesionales en medicina para lograr su anhelo de ser madre, lo que logró casi a los 38 años.

Aunque a algunas mujeres les toma unos pocos meses preparar su cuerpo para el embarazo, a otras les puede tomar más tiempo. Incluimos algunas medidas importantes que ayudará a prepararse para un embarazo lo más saludable posible.

Antes de quedar en estado, tener consulta con tu ginecólogo sobre la atención médica; tomar 400 microgramos (MCG) de vitamina B9 todos los días; dejar de fumar, consumir alcohol y drogas; evitar las sustancias tóxicas; tener una dieta equilibrada; realizar ejercicios; alcanzar y mantener un peso saludable; y mantenerse mentalmente sana.

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Perú comienza la venta de boletos en Machu Picchu

Perú comienza la venta de boletos en Machu Picchu

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Los boletos para el lugar histórico de Machu Picchu, en el sur de Perú, empezaron a ser vendidos desde este sábado en una nueva plataforma en línea, una medida que generó la oposición de algunos sectores relacionados con el turismo de la región del Cuzco.

Como anunció la ministra peruana de Cultura, Leslie Urteaga, los boletos se pusieron a la venta desde las 3:00 p.m. hora local por la plataforma tuboleto.cultura.pe.

Desde finales de diciembre pasado ya se habían empezado a ofrecer los boletos mediante la modalidad virtual en la página machupicchu.gob.pe y por la extranet de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cuzco.

Urteaga indicó este sábado que la medida se logró gracias al “trabajo intenso de la mano con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, Ministerio de Ambiente, el Gobierno Regional del Cuzco y la Municipalidad de Machu Picchu Pueblo, así como organizaciones de la sociedad civil”.

”Hemos asumido que este desafío es necesario”, enfatizó antes de rechazar las afirmaciones de un sector de ciudadanos que afirma que este es un primer paso para privatizar el famoso lugar histórico.

Medios locales señalaron que ante el inminente inicio de la venta de boletos en línea se presentaron nuevas protestas de operadores y guías de turismo en diferentes zonas del Cuzco, incluso en el pueblo de Machu Picchu.

A pesar de estas protestas, las actividades turísticas se desarrollaron con normalidad, por lo que los visitantes pudieron acceder al área histórica sin problemas.

El Ministerio de Cultura confirmó que en la plataforma se comercializarán los boletos con fecha hasta el 31 de diciembre de 2024, mientras que 1,000 boletos se seguirán vendiendo diariamente de manera presencial en el centro cultural de Machu PicchuPoblado.

La capacidad diaria para este año en el lugar arqueológico ha sido establecido en 4,500 visitantes, aunque este “puede incrementar en fechas determinadas por la mayor afluencia”, acotó.

La noticia de que se planeaba vender las entradas a Machu Picchu de forma virtual ya provocó en diciembre pasado un enfrentamiento entre los encargados de Cultura de Perú con autoridades locales y habitantes del Cuzco vinculados directamente con el famoso lugar arqueológico.

Después de esas discrepancias, el ministerio detuvo la venta virtual hasta principios de 2024 con el propósito de cumplir con “un breve periodo de reconocimiento y familiarización con la nueva plataforma, en atención a la demanda del sector turístico formal”.

En la plataforma digital también se comercializan los boletos para el Conjunto Arqueológico de Kuélap, en la región selvática de Amazonas; las Líneas de Nazca, en la región sureña de Ica; y el Museo de Sitio y Conjunto Arqueológico Chan Chan, en la ciudad norteña de Trujillo.

Asimismo, el Recinto de Rescate y Complejo Monumental Belén, en la norteña Cajamarca; el Museo de Arte Italiano y el Museo Pachacamac, en Lima; y el Museo Nacional de Chavín, en la región norteña de Áncash.

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¿Por qué es relevante la enseñanza emocional?

¿Por qué es relevante la enseñanza emocional?
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A muchos adultos les cuesta darse cuenta de qué es lo que sienten o cuál es la emoción que los está invadiendo y, si esta emoción es potente, no saben como gestionarla ni canalizarla. Experimentan distintos grados de analfabetismo emocional: una incapacidad para entender y manejar las propias emociones y la dificultad para comprender las de otras personas.

Pero al igual que analfabetismo convencional (incapacidad de leer y escribir, debida a la falta de una instrucción elemental), es posible solucionar esta falta de capacidad para gestionar nuestros cambios y alteraciones de ánimo mediante una apropiada enseñanza de dichas capacidades, de acuerdo con los especialistas.

“Sentir siempre es válido y legítimo. Juzgar las emociones y reprimirlas impide vivirlas y acompañarlas de manera asertiva y conectada. Las emociones necesitan ser sentidas en el cuerpo para liberar la energía atrapada que llevan consigo”, explica Miriam Tirado.

Tirado (www.miriamtirado.com) es consultora de crianza consciente y ofrece conferencias, talleres y consultorías para ayudar a las madres y padres a conectar con sus hijos e hijas. En su nuevo libro, ‘Sentir’, invita a realizar un “viaje para aprender a acompañar nuestras emociones y las de los demás”.

VARIABILIDADES DE EMOCIONES

“La mayoría de nosotros no hemos recibido ni educación emocional, ni herramientas o recursos para saber qué hacer con lo que sentimos. Aun así, nos toca acompañar las emociones de nuestros niños, familiares o amigos. ¿Cómo podemos conseguirlo si ni siquiera sabemos qué hacer con las nuestras?”, señala.

Acerca del extendido analfabetismo emocional, destaca que una de sus raíces radica en que “cuando éramos pequeños, nadie nos enseñó qué podíamos hacer con lo que sentíamos”.

“Hemos vivido relegando, rechazando, ignorando y temiendo a nuestras emociones. No hemos tenido modelos de buena gestión emocional y ahora nos sentimos perdidos”, puntualiza.

En esa línea, cuando somos adultos “el contacto con los niños y sus emociones nos hace de espejo, despertando en nosotros todo aquello que en su momento no integramos ni vivimos de manera asertiva” y ese encuentro “es una oportunidad de oro para tomar consciencia de nuestras heridas y sanarlas” según explica.

Tirado propone “pensar en las emociones como si fueran las olas del mar que vienen y van. Nada es permanente, las emociones tampoco” enfatiza.

ILUSTRACIONES DE ANOMALÍAS EMOCIONALES.

“Es muy común que madres y padres se desborden emocionalmente cuando sus hijos están desbordados porque están cansados o enfadados. El adulto se enfada tanto o más que el niño, porque no es capaz de gestionar y canalizar lo que siente de una forma responsable y adulta”, explica Tirado.

Añade que “los desencuentrosemotivos afectivos son frecuentemente las razones por las cuales se separan tantas parejas. Los integrantes confiesan que no se siente comprendidos ni acompañados afectivamente por la otra parte en los momentos de dificultad. Esto ocurre porque muchos adultos no sabemos apoyarnos emocionalmente”, según esta escritora.

“Nos duele tanto cuando observamos a nuestros seres queridos sentir enojo, melancolía, temor, o cualquier emoción que nos resulta incómoda que en lugar de empatizar y conectar con lo que está sintiendo, tendemos a negar, mirar hacia otro lado, quitar importancia o reaccionar de maneras que no ayudan a la persona a la que supuestamente deseamos acompañar”, destaca.

EL PRIMER PASO

Interrogada por EFE sobre qué pasos concretos podemos dar para solucionar nuestro analfabetismo emocional, Tirado sugiere iniciar preguntándonos, cada día en algún momento: “¿Cómo estoy? ¿Cómo me siento? ¿Puedo identificar la emoción que ahora estoy experimentando?”.

Este ejercicio cotidiano “implicará que tengamos algún momento al día para auto-escucharnos, para detenernos unos instantes, respirar profundamente y dirigir el enfoque hacia nuestro interior”.

“Solamente podremos percatarnos de lo que nos ocurre si nos atrevemos a escucharnos, a mirar hacia dentro, sintiendo que somos merecedores de nuestra propia atención”, indica.

“El motivo por el cual muchas veces no lo hacemos es porque nos relegamos al último puesto, considerando que primero están los demás, y en última instancia, nosotros. Por eso, necesitamos establecer como práctica diaria y natural el saber cómo nos sentimos y qué necesitamos”, concluye la autora.


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