Elige la copa perfecta para disfrutar el champagne

Disfrutar una excelente copa de vino espumoso, sin importar su procedencia, es un placer que muchos consideran una agradable vivencia. Sin embargo, el recipiente en el que lo bebas puede marcar una gran diferencia en cómo percibes esta burbujeante bebida.

El renombrado sommelier Sandro Giulimondi explica que para apreciar en su totalidad cualquier tipo de vino es importante tomarlo en la copa adecuada que, en general, debe ser transparente, sin color ni decoraciones que interfieran en el análisis visual y la apreciación plena del líquido.

“La mejor copa es la que permite observar las burbujas o ‘perlage’; debe ser un poco abombada, con la parte final y la boca un poco más abiertas para percibir los aromas”, asegura el experto.

El recipiente debe tener un pie suficiente para que la mano quede alejada de la nariz, especialmente si tenemos perfumes cremas. También es una forma de alejar los dedos del área más prominente del recipiente y así ensuciarlo.

A lo largo de los años, se han visto distintos estilos, pero ¿cuál permitirá que la vivencia sea más completa y placentera?

Giulimondi, director de la División de Vinos de Méndez & Co., resalta que el tipo de copa está relacionado con conceptos químicos y físicos.

“La copa amplia ofrece al líquido un gran contacto con el aire y eso provoca más rapidamente la salida del dióxido de carbono. En una copa de boca ancha, el gas se perderá más rápidamente”, menciona.

Después se comenzó a tomar el champán en la copa flauta, una forma mucho más alta con boca barriga y boca estrecha. Esta ofrece menos dispersión del dióxido de carbono, pero no se pueden apreciar mucho los aromas y debido a la manera que hay que colocar la boca para tomar, “el líquido tiene un primer contacto con la punta de la lengua, donde la acidez de la bebida se percibe de manera más extrema”.

Se ha demostrado que es una tercera copa que hoy día está tomando más auge, indica Giulimondi, colaborador de Magacín con la columna “De cata con Sandro”. Esta es la conocida como tulipa.

“Es una copa que no tiene que ser amplia como la de vino tinto, pero si una forma de tulipán con barriga más abultada y la boca más abierta que una flauta, más parecida a la de vino blanco. La parte más abultada permite una exposición al aire mayor y una mejor salida de aroma. Una de las características importante de champán es la acidez. Al tener una boca más abierta y relajada la entrada del líquido permite una mejor integración. Por eso, una copa como la de vino blanco también funciona”, menciona Giulimondi.