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(CNN) — Cada año es vital, cada año es esencial y cada año trae sorpresas, positivas y negativas. Sin embargo, es imposible evitar la sensación de que el mundo se encuentra cerca de un precipicio y que en 2024 daremos ya sea un paso adelante, perturbando el orden mundial, o bien un paso hacia atrás, volviendo a una versión de “normalidad”
¿Qué nos deparará 2024? “Las predicciones son complejas, sobre todo las que se refieren al futuro”, suele decirse, un lugar común humorístico que se atribuye al beisbolista-filósofo Yogi Berra, al Premio Nobel de Física Niels Bohr y a varios otros. Este dicho pone de relieve lo incierto que es el futuro, como aprendimos en 2020, y lo frustrante que puede resultar la búsqueda de respuestas, dada la magnitud de lo que está en juego.
- CONSIDERACIÓN | Cómo 2023 fue el “año del borde del abismo” y 2024 podría ser peor
Indudablemente, las elecciones estadounidenses son hoy una de las principales inquietudes en todo el mundo. He perdido la cuenta de cuántas personas me han expresado durante viajes recientes cuán preocupadas y desconcertadas están de que los estadounidenses puedan devolver al expresidente Donald Trump a la Casa Blanca. De hecho, la revista The Economist indicó que “Donald Trump representa el mayor peligro para el mundo en 2024”, describiéndolo como una sombra que se cierne sobre todos nosotros.
Las elecciones determinarán si la caótica presidencia de Trump, con sus rasgos autoritarios, fue solo un trastorno temporal en la historia de Estados Unidos, o si es la presidencia de Joe Biden que no supone más que una pausa de cuatro años en el descenso de Estados Unidos hacia el aislacionismo autoritario.
La respuesta tendrá graves repercusiones en todo el mundo.
Es casi seguro que una segunda presidencia de Trump sería más radical en varios frentes. El expresidente ha prometido utilizar el Departamento de Justicia parabuscar represalias contra sus competidores políticos, debilitando las estructuras estadounidenses, socavando la democracia y coqueteando con la dictablanda.
Estas acciones reforzarían a quienes afirmen que el sistema democrático occidental es un modelo fallido, fortaleciendo el grupo emergente de autocracias antioccidentales, Rusia, China, Irán y Corea del Norte, un conjunto de opresores que buscan desafiar la influencia global de Occidente mientras, todos fuertemente armados, amenazan a sus vecinos.
Trump ha expresado lo suficiente para que aliados y adversarios de Estados Unidos comprendan los peligros, o el potencial, según se mire, de un mandato Trump 2.0. Y sus manifestaciones han llevado a los aliados de Estados Unidos a cuestionarse hasta qué punto Washington estaría comprometido con su protección si él vuelve al cargo.
El exmandatario ya afirmó que pondría fin al conflicto en Ucrania en 24 horas. Ha cuestionado que Estados Unidos deba proteger a Corea del Sur y ha insinuado que países como Japón y Corea del Sur consigan armas atómicas para defenderse.
Los comentarios sobre Ucrania captaron sin duda la atención del presidente de Rusia, Vladimir Putin, el autócrata a quien nunca critica, e incluso elogió, mientras cercaba Ucrania.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, comunicó que Putin no se conformará con una victoria limitada en Ucrania, “especialmente no antes de las elecciones estadounidenses, que pueden presentarle un escenario mucho más favorable“. En otras palabras, Putin continuará atacando, esperando que un triunfo de Trump en noviembre retire el apoyo de Washington a Kyiv, ayudando a Rusia a alcanzar la victoria completa sobre Ucrania.
- ANÁLISIS | Aumenta el temor a un conflicto generalizado en Medio Oriente y la presencia de efectivos estadounidenses en la línea de fuego
Como han alertado países que previamente estaban bajo el yugo de Moscú y otros, si Rusia triunfa en Ucrania, Putin podría vislumbrar un camino para reconquistar otras partes del antiguo imperio soviético, quizá intentando capturar lapequeñita Moldova e incluso los naciones bálticas que actualmente son miembros de la OTAN.
Se espera que la OTAN proteja a todos sus miembros, pero Trump ya ha generado incertidumbre sobre si Estados Unidos ayudaría a un aliado bajo asedio. A pesar del reciente respaldo bipartidista a un proyecto de ley que prohibiría a un presidente retirar unilateralmente a Estados Unidos de la OTAN sin la aprobación del Congreso, el presidente tendría un amplio margen para reaccionar a los desafíos militares globales.
Lo observamos prácticamente a diario en las actuales crisis, cuando Biden ha ordenado el envío de buques de guerra estadounidenses al Mediterráneo y al mar Rojo en un intento por evitar la expansión de la guerra entre Israel y Hamas, un conflicto que ya amenaza con convertirse en regional, o envía repetidamente mensajes contundentes prometiendo apoyo a Taiwán como advertencia a China, cuyo líder acaba de reiterar su promesa de reunificar la isla bajo la soberanía de Beijing.
Si Estados Unidos se mantiene al margen mientras Putin impulsa sus objetivos neoimperialistas, China podría caer en la tentación de intentar apoderarse de Taiwán e intimidar aún más a sus vecinos. La simple perspectiva de una China envalentonada impactaría severamente en los esfuerzos de no proliferación nuclear.
También desencadenaría una inestabilidad mundial. El fin de la Pax Americana, por más imperfecta que haya sido, impulsaría a más potencias medianas a tomar las armas contra sus rivales.
Y, a pesar de todo, es factible que Trump no gane las elecciones presidenciales. Si Biden es reelegido, las posibilidades de restaurar la estabilidad mundial son mucho mayores. Sin embargo, están lejos de estar aseguradas.
De hecho, Estados Unidos es solamente uno de los muchos países en los que se llevarán a cabo elecciones, incluyendo naciones importantes como México, la India, Indonesia, Rusia y el Reino Unido. El desenlace de algunas elecciones está predeterminado. Las elecciones rusas, por ejemplo, son una farsa. Pero otras podrían marcar pautas en los próximos años.
Lo que sí sabemos es que nadie vive eternamente. Figuras internacionales clave, Biden, Trump, el líder supremo iraní Alí Jamenei, tienen más de 70 y 80 años. Se rumoraba que Jamenei estaba enfermo en 2022, a pesar de que su oficina lo niega. Desconocemos quién le sucederá, ni cuán radical será su sucesor, ni cómo responderán los iraníes cuando llegue el momento.
- OPINIÓN | Las elecciones de 2024 podrían conmover al mundo
No olvidemos que 2024 también traerá agradables sorpresas. Desconocemos cuáles (¡son sorpresas!), pero existen numerosas posibilidades de que los problemas se resuelvan de manera favorable.
En general, no soy pesimista sobre el futuro. En la actualidad, Estados Unidos está en buenas manos. La economía está notablemente bien. Occidente, a pesar de sus desafíos, está unido. En todas partes la gente prefiere la libertad a la opresión. Muchos escenarios oscuros, las posibilidades que describí, tienen un lado positivo, un resultado potencialmente feliz. Gran parte de ello depende de las personas que toman las decisiones, desde los votantes hasta los líderes mundiales. E incontables individuos alrededor del mundo trabajan para asegurar un futuro mejor.
La simple idea de que estamos al borde del abismo puede motivarnos a retroceder, alejarnos de la falla, y dirigirnos hacia un camino más pacífico y prometedor.
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