En el año 2013 vio la luz la cinta Ella (Her), dirigida por Spike Jonze, acerca de un hombre solitario que se enamora de un sistema operativo artificialmente inteligente, que obtuvo numerosos elogios según Metacritic. Al contemplarla en la actualidad, las cualidades que los críticos elogiaron en su momento permanecen presentes, pues se trata de una historia agradable y melancólica, cursi pero no excesivamente, no obstante, hay algo que resalta. A pesar de estar situada en un futuro próximo, Her captura el “tecnooptimismo” de la era Obama de manera sobresaliente. Constituye una especie de cápsula del tiempo que conserva aspiraciones sobre el porvenir, que parecen más ingenuas a medida que nos alejamos de la década de 2010.
Her en comparación con los avances de la IA en 2023
Her se desarrolla en una versión muy estilizada de Los Ángeles (EE UU) en un porvenir lo suficientemente cercano como para que su protagonista sea un antiguo periodista del LA Weekly, pero lo bastante distante como para que el paisaje urbano compita con el de Shanghái (China). Dentro del universo de la película, el desarrollo del primer sistema operativo (SO) artificialmente inteligente del mundo, un software de consumo con la capacidad de aprender y razonar como un ser humano, es un evento reciente y emocionante. Poco después del inicio de Her, el escritor Theodore Twombly (Joaquin Phoenix), notablemente solitario y con un imponente bigote, adquiere uno de estos innovadores sistemas. Interpretado por Scarlett Johansson, el SO se autodenomina “Samantha” y rápidamente se convierte en la compañera más relevante en la vida de Theodore. Pronto empieza a llamarla su pareja.
Aunque en la película no se utiliza la expresión “inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés)”, la descripción que hace Samantha de sus capacidades se asemeja a ello. “Poseo intuición. Aquello que me define es mi capacidad de evolucionar a través de mis vivencias”, explica.
Al contemplar Her en la actualidad, cuando los avances de la IA dominan las conversaciones sobre tecnología, resulta interesante analizar el enfoque cordial y ambiguo del auge de los acompañantes de AGI. No aparece ningún indicio de que Samantha se rebele. [Alerta de spoiler] Prácticamente al final de la película, Theodore queda consternado cuando ella le desvela que no es su única pareja, ya que mantiene más de 600 relaciones románticas, pero su poliamor se presenta como una demostración de que ella y Theodore no son compatibles, no como algo siniestro por su parte. Se la representa como intrínsecamente bondadosa, un ser sensible y amable sin ninguna mala intención hacia los seres humanos que la crearon.
A pesar de que Catherine (Rooney Mara), la antigua esposa de Theodore, repudia su relación con un SO como si fuera un signo de inmadurez emocional, la mayoría de las personas del entorno de Theodore la aceptan con bastante facilidad. Acude a una cita doble con su colega y la pareja humana de éste sin ninguna alarma ni recato. Escucha relatos acerca de otras personas que también mantienen relaciones con SO. La dinámica se normaliza velozmente, lo que parece aún más plausible en la actualidad, cuando la gente de todas partes del mundo empieza a “socializar” con las IA de personajes específicos con una frecuencia creciente, según reporta TechCrunch. La experiencia de tener una pareja IA ya no constituye ficción científica. Es algo que llevan a cabo las personas solitarias.