La Bolsa de Nueva York superó todas las previsiones en 2023, acumulando varios cierres memorables y con sus principales indicadores en aumento, a pesar del pesimismo inicial de los analistas por la alta inflación y la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal estadounidense (Fed).
El Dow Jones de Industriales, que reúne a las 30 empresas más grandes del país, aumentó casi un 14 % en el total anual, mientras que el selectivo S&P 500 sumó un 24 %. El índice Nasdaq, que agrupa a las principales empresas tecnológicas, experimentó el mayor aumento gracias al entusiasmo por la Inteligencia Artificial (IA), creciendo más de un 43 % acumulado.
Todo esto después de que el Dow superara hasta en siete ocasiones este mes su nivel más alto al cierre, superando por primera vez los 37.000 puntos. El S&P, por su parte, se quedó a menos de un 1% de registrar su mejor cierre este viernes, y anotó su novena semana consecutiva al alza.
Los principales índices se han visto impulsados estos días por el rumbo de la inflación, cada vez más cercano al objetivo del 2% de la Fed, que planea reducir hasta en tres ocasiones las tasas de interés en 2024.
Además, la política monetaria restrictiva del banco central (el tipo de interés oficial se mantiene aún en una horquilla de entre el 5.25% y el 5.5%) no parece haber afectado excesivamente a la economía, con cifras de desempleo y consumo que han desafiado todas las previsiones.
De la desconfianza a la euforia
La situación no podía estar más alejada del ánimo de los inversores a comienzos de año, cuando muchos pronosticaban una recesión para la primera economía del mundo, con los tipos subiendo a un ritmo vertiginoso y la inflación enquistada en niveles todavía muy altos.
La desconfianza se acabó contagiando a la banca y varias firmas regionales terminaron colapsando. Fue el caso del Silicon Valley Bank, el First Republic y el Signature Bank, cuyos cierres entre los meses de marzo y mayo avivaron el espectro de la crisis financiera de 2008.
Sin embargo, la velocidad de los reguladores y el tono tranquilizador de la Fed lograron contener la crisis, y la atención de los inversores volvió a la lucha del banco central contra la inflación, que para entonces parecía seguir enquistada.
A pesar de todo, el consumo no mostraba señales de resentirse y el mercado laboral se mantuvo todo el año en niveles cercanos al pleno empleo, a pesar de las altas tasas.
Para finales de 2023, el índice de precios del gasto de consumo personal (o PCE, uno de los indicadores de inflación preferidos de la Fed) se ubicaba en el 2.6 % interanual, muy cerca del objetivo del 2% del banco central, y muchos ya ven cercano ese ‘aterrizaje suave’ de la economía que persiguen los reguladores.
Un año para las empresas tecnológicas
Gran parte de los buenos datos de la bolsa este año se pueden atribuir a los conocidos como ‘Siete magníficos’: Apple, Microsoft, Amazon, Nvidia, Alphabet (lamatriz de Google), Tesla y Meta (anteriormente Facebook).
Durante el año 2023, las noticias sobre tecnología tuvieron un papel relevante, desde la difusión de los ‘asistentes virtuales’ de inteligencia artificial como ChatGPT hasta la transformación de la plataforma de medios sociales X (previamente Twitter) por parte de su nuevo dueño, Elon Musk.
No obstante, el impulso definitivo fue proporcionado por la Fed, que en su reciente reunión de diciembre señaló la posibilidad de aplicar tres reducciones en las tasas de interés a lo largo del año 2024.
Según la herramienta FedWatch del Grupo CME, la mayoría de inversores anticipa que el banco central empezará a reducir las tasas a partir de marzo.
El optimismo de los inversores prevaleció incluso a pesar de la complicada situación geopolítica, ya que ni el conflicto en Gaza ni los problemas en el transporte de mercancías en el mar Rojo lograron empañar los buenos resultados en el mercado de valores.
No obstante, algunos inversores consideran que el entusiasmo es excesivo, y que podría producirse un retroceso pronto si la Fed no empieza a reducir las tasas tan rápidamente como esperan los inversores.